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No todas las historias comienzan por “érase una vez…” y esta en definitiva, no es una de ellas.
No podemos afirmar con certeza cuándo exactamente empieza, pero si, podemos decir que de alguna forma siempre estaba dentro de nosotros y era cuestión de tiempo que nosotros mismos la descubriésemos.
OMAÏLAB es una historia de amistad que nace lentamente, de la unión y compañerismo que iba afianzándose con el paso del tiempo, de una filosofía de vida llena de ideales y valores, de la creencia en que la única forma de vivir que merece ser contada, es la que se puede sentir.
Te vamos a dejar algo muy claro: esta es también una historia de amor y pasión pero diferente a cualquiera que hayas leído.
Nos conocimos en Barcelona, hace 7 años, era una tarde fría y lluviosa de febrero. Trabajábamos para dos multinacionales diferentes, muy bien posicionadas y referentes dentro del sector de dispositivos médico-estéticos. Representábamos entonces a nuestras respectivas empresas durante un evento de belleza profesional. Desde el primer momento nos caímos bien, pero no excesivamente bien, al fin y al cabo jugábamos en equipos contrarios. Nuestros caminos se volvieron a juntar cuando, un año más tarde empezamos a trabajar juntos. Nos asignaron para desarrollar un proyecto común. Conectamos de inmediato, porque compartimos la misma visión de vida, nos importan y apasionan los mismos temas y cuidar nuestro cuerpo de forma natural, indudablemente nos mueve profundamente. Ambos estamos en una búsqueda constante de un estilo de vida más armonioso, saludable y sostenible.
Los productos cosméticos presentes en nuestro mercado y utilizados en la realización de tratamientos tenían formulaciones desfasadas
Hubo un tema que nos ha marcado especialmente, cada vez que los clientes nos pedían una recomendación de una crema, glicerina o gel conductor para llevar a cabo diferentes tipos de técnicas utilizadas en el mundo de la medicina- estética para uso con dispositivos, tuvimos un dilema muy grande. Los productos cosméticos presentes en nuestro mercado y utilizados en la realización de tratamientos tenían formulaciones desfasadas, muy similares entre sí, usan componentes potencialmente dañinos para la salud del paciente y el medioambiente. Sus propiedades químicas y físicas en ocasiones, dificultan la obtención de resultados óptimos en los tratamientos y la composición química de los productos, entra en reacción con los elementos metálicos de los aplicadores, que provoca la corrosión anticipada.
Entendimos que la respuesta era dejar de luchar por el cambio dentro de las compañías y convertirse en el cambio
Por las circunstancias de la vida, nuestros caminos profesionales se separaron, empezamos a trabajar en diferentes empresas del sector, pero mantuvimos nuestra amistad que traspasaba el ámbito laboral. Durante una charla que mantuvimos, compartimos el descontento en el que una de las empresas en la que trabajábamos en aquel momento, no apoyaba la idea de expandir la línea de negocio de cosméticos de calidad para uso combinado con dispositivos médico-estético. Entonces tuvimos nuestro momento “¡Eureka!”. Entendimos que la respuesta era dejar de luchar por el cambio dentro de las compañías y convertirse en el cambio que considerábamos que nuestros clientes y sus pacientes merecen.
Así nace OMAÏLAB, una idea de productos cosmeceúticos lo más naturales posibles que protejan, nutran, potencien los resultados y mimen la piel durante los tratamientos estéticos. Estamos muy contentos de que hoy, nuestro deseo para satisfacer necesidades de forma sostenible, sin poner en riesgo el bienestar de millones de pacientes que realizan tratamientos médico-estéticos y de nuestro planeta por fin es posible.
Consideramos vital encontrar el punto de equilibrio donde nuestras prácticas y rutinas diarias no representen daños irreversibles en el ecosistema. Crear OMAÏLAB para cuidar a las personas durante los tratamientos, ofreciendo los productos con los poderes medicinales de las plantas, a través de procesos naturales y utilizando materiales biodegradables es nuestra forma de construir un mundo mejor.